En marchas a los hombres nunca se les presiona

En marchas a los hombres nunca se les presiona

Esta presion social que reciben las hembras que no se amoldan al arquetipo asi­ como al rol tradicionalista de el heteropatriarcado demuestra que aun nos queda muchisimo por efectuar. La humanidad nunca soporta a las mujeres libres, a Jamaican las mujeres quieren casarse las desobedientes, ni a las que se desvian de la criterio. La totalidad de ellas reciben muestras sobre rechazo por pieza de su comunidad, y presiones variadas Incluso que salen de su fase fertil.

A los miembros masculinos se les seduce con la idea sobre que si se casan, podran conducir una doble vida (con las privilegios de el varon casado asi­ como de el adulto soltero a la oportunidad), y podran vivir igual que reyes, con una cuidadora fiel y entregada que asumira sus responsabilidades asi­ como obligaciones en el hogar y en la crianza.

Las buenas son las mujeres que cumplen con el estereotipo asi­ como el mito de la princesa

Desde excesivamente diminutos les ensenamos a las chicas en 2 categorias: las buenas y las malas. Una mujer que pone en el circulo sobre su vida el amor sensible, y que dedica todo su tiempo, energia y dinero en aguardar a ser elegida por el principe azul. Una vez que lo logre, encontrara las puertas de el paraiso: un enorme palacio en el que tendra que vivir sola esperando a que su querido regrese de vivir las aventuras.

Son chicas que nunca Hay: nunca deben ayer sexual ni amoroso, nunca piensan en si mismas, asi­ como todo el tiempo se encuentran dispuestas a sacrificarse por los otras: su marido, sus padres, sus hijos, y otros varones de la clan.

Las princesas no se quejan, nunca deben deseos propios, no deben proyectos de vida mas alla sobre asistir a su amado asi­ como su prole inclusive el fin sobre las dias. Las princesas son elegantes, cuidan su fama fisica, se guardan en buena condicion fisica, tienen la dermis clara y el pelo rubio, son mujeres especiales que destacan sobre ella de las otras.

Las chicas buenas son las ailia, las malas en marchas son las hembras de utilizar asi­ como echar. Las mujeres libres que deben deseo sexual y disfrutan de el sexo sin panico y carente culpa, son senaladas por el patriarcado como chicas malvadas, interesadas, manipuladoras, perversas, degeneradas, locas, desobedientes, salvajes e irracionales.

Asi hacen el trabajo bien las etiquetas del patriarcado, que les dice a los hombres que las buenas son respetables, asi­ como las malas nunca merecen respeto. Unas pertenecen a un varon, y las diferentes a todos porque no poseen dueno.

Los varones creen que Existen bastante pocas “mujeres buenas”, y Asi que se lo creen bastante bien antes de vincularse asi­ como comprometerse emocionalmente. Desconfian de estas hembras por motivo de que en el imaginario colectivo de el patriarcado, persiste el pavor y el odio a las mujeres indomables que nunca se dejan domesticar ni someter.

A las ninos no les educamos con el fin de que se relacionen con las mujeres como companeras. Nosotras somos continuamente “las otras”, y de muchas forma, cuanto mas desconfian sobre nosotras, mas complejo les es tratarnos igual que a iguales: en la “guerra de el amor”, somos las “enemigas” de estas que deben defenderse.

Las princesas son mujeres sumisas, discretas, dulces, alegres, bondadosas, empaticas, generosas asi­ como altruistas

El patriarcado nos muestra a las mujeres igual que seres iantes. Son bastantes los personajes de ficcion que declaran no asimilar en absoluto a las chicas, o que hablan en las tramas sobre lo raras que somos asi­ como lo dificil que es relacionarse con nosotras. Somos incomprensibles porque no nos escuchan.

El miedo al conseguir de las chicas es lo que ha construido el organizacion defensivo sobre la masculinidad hegemonica patriarcal. Ahora lo decia Eduardo Galeano: “El machismo es el panico de los miembros masculinos a las mujeres sin miedo”. Acerca de este temor a las hembras libres se ha edificado todo el imaginario colectivo en torno a la feminidad: nos han hecho fiarse que las hembras que obedecen los mandatos de el patriarcado van al paraiso, y todas las demas, vamos al averno.

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